miércoles, 24 de diciembre de 2008

Family

El corazón en un soplo de David. S. Mordoh

lunes, 22 de diciembre de 2008

Artistas invitadas: Ángela y Delia

Nos imagino:
miramos por la ventana
en tu cuarto,
lejos.

Hay luces de navidad
por todas partes,
es de noche
y todo brilla,
menos nuestra casa.

Bendita la oscuridad
que nos rodea.
La penumbra
donde por primera vez
nos leemos
como autos de choque,
nuestros dedos
lenguas
piel
oscuridad extrema
del latido subterráneo.

En nuestra casa -te digo-
la luz brilla fuera.

Ángela Torrijo Arce

CANCIÓN CALLADA

Se abren los espejos de la vida
desangrados con la misma dulzura de la fruta
y salpican su historia en los callados.
Y los callados piensan
y no tienen mala suerte.
Brindan con las caras del pasado,
ayer, antes de ayer, antes del enigma.
(Sabes tú tanto de mí,
que yo me callo, y tú me quieres).

En un espejo hay vaho de un suspiro
la distancia personifica una minúscula nube
en la que de vez en cuando asoman tus manos
tan cuidadas
marcando el lenguaje de signos de la vida.
Ando entre semáforos besando el verde
yo, tan torpe, fríos mis labios de cristales.
Mi abismo y mi antifaz
tú me los guardas.

Alguien nos hizo ser así, sólo personas,
un envoltorio de palabras
sin letras ni hormiguero en el que definirse dichas letras.
Desear metros de abrazos
poder sentir sólo uno y no decirlo
por si algo encaja.

Callada siempre
desato el collar que nunca tuve
y la habitación salta en orquesta de abalorios.
Te escribo esta canción callada
y los mercurios ruedan
suavemente felices,
saltan con fiebre de alpinista
con el mismo efecto del aplauso solidario
y ensordecen la boca más sellada
sin negar el cuerpo.
Esa ecuación a medias ya no asusta.

Tu abrazo, tú, tu espalda,
sois tan vuestros,
guardados en el fondo de un cajón oscuro
que yo abro y miro,
y cierro, pañuelito rosa,
tan humildemente doblado.

Di que fuimos en algún sitio
y que ahora volvemos sólo a ser de nuevo
si es que se puede ser un poco más.

Delia Aguiar